
El dulce amanecer inunda mi ventana
dando paso a la brisa que me acompaña
flores que sonríen desde el jardín
cielos y océanos que esperan sin fin
Dulce amanecer que dibujas mi mañana
haciéndome fuerte para cada batalla
Razón de ser, de gracia y sentimiento
Color de vida que enciende mi aliento
Dulce amanecer, ¿qué puedo hacer?
El día que te vayas y no te vuelva a ver
Sediento de tu luz me pondré a caminar
para entre mil sombras poderte encontrar
Dulce amanecer, ¿qué provocas en mí?
Si no es tu querer, no sé qué podría ser.
Dulce amanecer, ¿qué puedo pedir?
Si cada mañana me regalas un día más para vivir
-D. Álvarez-