sábado, 6 de julio de 2013

¿Dónde estarás?

¿Dónde estarás cuando el sol y la luna desparezcan?
Si mi alma estalla el día que marches, ¿dónde estarás para curarme?
Y si la fuente de energía se apaga, ¿quién tendrá la llave para volver a encenderla?
El día que mis lágrimas inunden mis anhelos ¿dónde estarás para surcar esos mares?
Si el mundo y su esencia termina, ¿quién moverá de nuevo mi universo?
Si tú eres mi luz, ¿dónde estarás cuando los caminos se conviertan en oscuridad? ¿Seguirás brillando para poder seguirte?
¿Y si mi destino sea no tenerte ni soñarte? ¿de qué estarán construidos mis sueños?
La existencia se deteriora cada segundo que pasa. Las agujas del reloj corren sin prisa hacia atrás.
¿Dónde estarás cuando se detenga el tiempo?
Oír, sentir, escuchar, besar... todo será sólo palabras y recuerdos cuando tú no estés.
Subiré por la escalera de tu corazón persiguiendo tu latido, escalaré las montañas del valor y tocaré el cielo gritando tu nombre hasta encontrarte.
Aunque una nube de polvo tape el sol, seguirás siendo la flor que da color al mundo entero.
Y si del cielo caen gotas de sangre, confiaré un nuevo amanecer, de fe y esperanza.
Una esperanza que guardaré en mí y que brotará cuando sepa que estás ahí.
Hasta entonces, aguardaré de nuevo las semillas del nacimiento, nuestro nacimiento.
El día que nos conocimos.


- D. Álvarez -